sábado, 19 de abril de 2008

Bitacora de un Suicida

La desesperación y la impaciencia son casi la misma cosa en mi cabeza, quiero que todo suceda de una vez, sin embargo, ni siquiera eso puedo hacer, porque aun no ha llegado el día. Cuando llegue ese dia, me despediré, tomaré mis pertenencias (que no son muchas), y me marcharé con el sueño de ser libre, pero con la certeza de que, ni aun ahí, lo seré. No obstante, todo a su tiempo, no despacio o lentamente, simplemente todo a su tiempo. El dos empieza y Dios sabe cuándo termina. Yo no lo sé, pero lo intuyo y presiento que lo sabré antes de que suceda. ¿Cómo? Soñando, soñandolos a todos en un alpeh de adioses que pronuncian mi nombre, mientras tanto, tiene que madurar, no la decisión pues la decisión ya está tomada, sino el gérmen que enerva de a poco la fortaleza. Puedo asegurar que ya empezó, que todo esto ya empezó, a partir del dos intentaré exteriorizarlo, y desde ahí, la incertidubre arremeterá doblemente contra mi espíritu. Alli sólo será posible el desahogo, un desahogo que de nada servirá para extender mis días, pero quizá sí para extender los días de alguien mas.
Hasta entonces.

9 comentarios:

Vanyz dijo...

Bueno, muchas gracias por tu visita.
Ahora, realmente esto es una bitacora de un suicida??

Voy a pasar de repente, espero no completar mis paranoias...eso seria ya bastane complicado.

Bs!

Unknown dijo...

en verdad eres suicida???, yo la verdad soy algo mísero... pero me gusta perpetuar eso... encontrar cada belleza en mi histeria y consciencia...

Saludos, me ha gustado tu escrito...

espero que jamás acaben.

Anamundi dijo...

Hola, tuviste la gentileza de dejar un mensaje en el blog que dejé de mantener hace ya mucho... y quise devolverte la visita...

Edmills, ¿cómo es eso de si supiéramos como eres nos decepcionaríamos? ¿por qué tan poco amor a ti mismo? ¿por qué si eres tan amado? (si te preguntas porque lo digo... te respondo que sé con certeza que te aman hasta la punta de los pies).

Me dejas preocupada. Mucho. Entiendo que planeas tu suicidio. Y como creo que no bromearías con algo así... o sea que no bromerías poniendo el corazón de los otros en vilo, pues... más me preocupo. Por favor, ábrete...

No sé que más decirte en este momento, pero sé que si tu alma habla a la mía, tendré más que decirte...

Un abrazo,

Ana (Despierta en el mundo)

Anamundi dijo...

Edgard, me hubiera gustado contestarte a un correo y no al blog, pero, si a ti no te importa, está bien así.
Sé perfectamente que no soy quién para objetar las decisiones de alguien que, si bien me atañe fraternalmente, puede calificarme perfectamente de desconocida o, peor aún, de entrometida.
Enpero, de alguna manera nos has involucrado y quisiera alcanzarte con lo que mueves: ¿Y si todo en el mundo es incertidumbre? ¿Qué? ¿Importa? El destino es una construcción, una manera como cualquier otra de recrearse en el mundo... Lo verdaderamente significativo es la condición libre del hombre. Pese a los condicionamientos del mundo, mantenemos un margen de libertad personal, esa espacio que nos permite ubicarnos más allá del ser, donde la razón se muestra claramente incompetente para sostener la moral y poblarnos de significados, pero desde donde entendemos que somos infinita posibilidad y volición.

Puedes decirme que tu volición está en ejercicio, que tu voluntad es la que claramente planteas y que simplemente has puesto un compás de espera, pero... te digo ¿por qué dirigir tu decisión hacia allí, porque no hacia la vida... No te hablo desde el miedo al infierno. El alma de los suicidas ha sido tan redimida como la de cualquiera y eso me infunde un profundo respeto. Es cierto lo que dices, Jesús al parecer no habló puntualmente al respecto, pero no es menos cierto que se pronunció siempre por la vida y la confianza en el amor de Dios. Pedro y Judas lo traicionaron (Pedro lo negó). La diferencia fue que Pedro lloró y confió y Judas desesperó. Sin embargo la pasión nos alcanzó a todos, sin distingos. No seré yo la que se atreva a esbozar el destino final del alma de un suicida. Te hablo desde el amor, simplemente... Sé que puede haber miles de razones para tu decisión... pero ¿puede ser la razón sostén de actitud libre alguna? Casualmente, estudio eso ahora, la relación de la razón con el bien y la trascendencia, su incompetencia para dibujar valores en nuestra existencia, para hacer nítidas en su esfera, las nociones que sólo el espíritu puede alcanzar.

Edgar, he entrado con profundo respeto en el sagrario de tu interioridad, donde palpitan tus "razones" y "sinrazones". Gracias por haberme dejado pasar.

Recibe un abrazo

Anamundi dijo...

Edgard, no sabía si escribirte aquí, pero ¿a dónde iba a hacerlo, si no? Si entendí bien, has decidido no dejar más respuestas en mi blog... Lo que no tengo claro es si deseas que yo cese mis mensajes.
Me gustaría mucho hablar contigo... Algunas frases tuyas, se me hincan... Pareces tan convencido de la predestinación... Dices que Pedro no fue causa directa de la muerte de Cristo y Judas sí. Con todo el respeto... discrepo profundamente... ¿Causas directas?: Nosotros mismos, tan necesitados de redención, tan lo mismo con el egoísmo, los intereses creados, el afán de poder, el miedo... No echemos la culpa a Judas, cuando fuimos todos... todos los que igual y junto con él -estoy segura- somos amados desde siempre y en tiempo presente.
No quiero agobiarte, Edgard, ni que mi nombre se asocie al cansancio de tener que defender posturas. Pero no puedo callar... No ahora, aunque lo haré si me lo pides explícitamente ya que sé que debo respetar lo que ni Dios se atreve a tocar: tu libertad. Sin embargo, Edgard, ¿cómo no ir tras de ti como un eco si tus frases me alcanzan? ¿Cómo no hablarte si me dejas un "descreo de nuestra naturaleza y de mi propia capacidad para poder conmigo". Yo no te conozco y no obstante, estoy cierta del enorme potencial que compartimos (somos eso, infinita posibilidad), creo en tu capacidad, creo en ti, como sé que cree Dios. Lo que me duele es saber que no puedo colarme con mi certeza en tu voluntad de autodecretarte. No puedo yo ni puede nadie. Tan sólidas son tu libertad y (contrario al fatalismo en que decides creer) tu elección.
Puede que nuestros rostros no estén a la vista. Creo entender a lo que te refieres con eso. No me hablas simplemente de no ser hipócrita... me hablas del rostro pudoroso del alma... No importa que no estén a la vista. El Espíritu, para espejearse, quizás sólo precise de nitidez de intención y de otra alma con fraternidad reflectante...
No te sientas incómodo. Sólo no me pidas ser un espectadora impasible, porque no podré. Permaneceré donde decidas. Oro por ti.
Un estrecho abrazo,
Ana

Flor dijo...

¿Será así?
¿Por qué una fecha?
¿Por qué este acercamiento a otros anónimos que andamos por la web?

No lo sé.

Lo único que puedo ofrecerte es un oído virtual, si de algo te sirviera. Tal vez una palabra. No mucho más que eso.
Ojalá encontraras abrigo, ojalá ese abrigo fuera motivo suficiente para quedarte a ver qué puede pasar mañana.

Vanyz dijo...

Seguis con vida aun?

Princesa dijo...

No será mi persona quien te juzgue, no me gusta jugar con esas cosas, sobretodo cuando no conozco sobre quien lo hago, pero si realmente lo quieres, entonces será mi mente quien de locura quien lo haga.
Tal vez, no te guste ni un poco, o tal vez si, no lo sé.

Veremos cuanto hay de suicida en este blog, ya que la vida siempre tiene algo de suicida, desde el punto de vista de que absolutamente todos, día a día vamos suicidando un planeta...

Abrazos...

Anónimo dijo...

Compañero, la vida es un regalo y por mucha lluvia que caiga en tu horizonte, nunca llueve eternamente.

Te lo dice alguien que también lo está pasando mal, como pudiste ver en mi blog cuando tuviste el detallazo de visitarme.

Apóyate en la gente que te quiere y haz lo que te gusta. Por ejemplo escribir, que veo que se te da de maravilla.

En fin, espero que esto sea el comienzo de una bonita amistad y si puedo ayudarte en lo que sea, ya sabes donde tienes a un nuevo amigo.

Un abrazo enorme y mucho ánimo.